La Huella de Identificación Genética es muy común para obtener la filiación de una persona, es decir su identificación genética única.

Esta prueba es cada vez más común en el laboratorio de genética, con el fin de guardar los resultados como una forma indiscutible de identificación personal.

El perfil genético de una persona es el conjunto de marcadores presentes en el ADN. Estos se encuentran distribuidos a lo largo de la cadena de ADN en todos los cromosomas, tanto en los 22 autosomas, como en los sexuales X y Y.

Cada individuo posee una combinación única de estos marcadores lo que, en su conjunto, representa la huella de identificación genética de cada persona.

La información genética presente en cada perfil es de gran utilidad para aquellas personas que requieran dejar constancia de su identidad después de su muerte y así evitar conflictos entre sus herederos. En las ciencias forenses el conocimiento previo de la huella genética facilita los estudios de identificación humana en el caso de algún siniestro.